Durante mi estancia en Italia he podido asistir a numerosas bodas ya que era temporada alta. Allí se casaban cualquier día de la semana, daba igual un lunes, miércoles, jueves... Así que tenía muchas oportunidades de colarme en las iglesias y hacer algunas fotos. La primera que vemos es mi favorita. La novia entra agarrada del brazo de su padre por la impresionante puerta de la Catedral de Altamura.
También me introduje en esta otra ceremonia en la ciudad de Bari. Allí vivían el evento con gran entusiasmo y escuchar las palabras en otro idioma es muy divertido.
Hay bastantes diferencias con las bodas religiosas españolas, así que si vais de viaje a otro país no dudes en colaros en una ceremonia de este tipo porque son realmente curiosas e interesantes (además de gratuitas).
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